Esta crónica de la segunda parte del desarrollo de la nueva zona de escalada en Arico ha sido escrita por Tom, uno de nuestros héroes belgas que vino a echarnos una mano para comenzar a desarrollar esta nueva zona…
«A través del Facebook me puse en contacto con Tenerife Climbing House, quienes estaban buscando voluntarios que les ayudaran a desarrollar una nueva zona de escalada. Inmediatamente me interesó y contacté con ellos en la hasta entonces desconocida isla de Tenerife. Dos semanas más tarde ya estaba allí…fue el 27 de noviembre sobre las 17:00 horas. Salí al exterior del aeropuerto y estábamos a 25ºC… ¡me sentí de maravilla! El sol me estaba dando la energía para comenzar con esta nueva aventura. Hanneke me recogió en el aeropuerto para llevarme al Tenerife Climbing House. Ya en la casa me encontreé con escaladores de todo el mundo.
Como ya han podido leer el primer paso del desarrollo de esta nueva zona de escalada en una entrada anterior de este blog no voy a explicarlo de nuevo… Sin embargo, sí quiero compartir con ustedes el hecho de que me sentí como si realmente estuviera comenzando una nueva aventura.
Fue impresionante explorar un barranco prácticamente virgen. A ambos lados del barranco se erigía esa característica roca basáltica . Vimos la roca, pero no podíamos escalarla aún porque un bosque de zarzas nos bloqueaba el camino. Aprendí mi primera palabra en español en el barranco: Zarza. El nombre de los arbustos que estarían arañándome la piel durante los siguientes días…
Después de dos días en los que solamente estuvimos podando zarzas, nos las arreglamos para abrir algunos caminos y también lo que llamamos el «punto de encuentro», un espacio limpio de zarzas de unos 7 por 15 metros.
Por fin pudimos empezar a escalar estas hermosas paredes vírgenes. Nosotros tres, junto con los locales Erik, Ian y Marta, empezamos a escalar, limpiar y equipar estas «rocas vírgenes». Primero establecimos la línea de la ruta que queríamos hacer. Para establecer el punto de inicio y fin de la vía necesitamos al menos a dos personas, una abajo en el barranco y una segunda en la parte alta. La persona que permanecía en la parte baja del barranco guiaba a la otra hacia el punto final de la posible vía. Cuando este punto se definía, buscamos roca sólida o algún árbol donde instalar una cuerda fija. A través de esta cuerda fija descendíamos y buscábamos la localización idónea para instalar la reunión.
La cuerda estática la usamos para limpiar la vía en el primer momento, tirando las piedras sueltas que podían ser potencialmente peligrosas y limpiando de tierra y arena los agarres y fisuras. Después de dos horas, la primera limpieza estaba hecha, ¡lo que significa que la vía es ahora un poco más segura para escalar y asegurar!
¡Ya se puede probar la vía! El primer escalador sube en top-rope la vía mientras va marcando con magnesio los lugares en los que colocar las chapas. Después de una segunda limpieza, el segundo escalador escala la vía para comprobar los puntos marcados para la ubicación de las chapas. ¡Ya podemos empezar a taladrar!
Después de dos semanas de duro trabajo, hemos abierto 7 nuevas vías en este impresionante barranco. Para mí ha sido una experiencia única . He aprendido muchísimo y la sensación de limpiar una vía por primera vez, probarla, equiparla y finalmente escalarla por primera vez ¡es impresionante! Después de esta escalada, ponemos nombre a las vías y le proponemos grado. Por supuesto que una de las rutas se llama «Planeta Zarza» 😉
Mis dos semanas en Tenerife han pasado muy deprisa. Se con seguridad que volveré a Tenerife a ver el progreso de esta nueva zona en el barranco, a escalar nuevas vías y a equipar algunas nuevas en este magnífico lugar…»
Por Tom Gyselinck, Bélgica.